Història de Joan nascut d'un ós

Año 2010
Género Teatro musical a la manera antigua
Obra Història de Joan nascut d’un ós
Estreno Festival Temporada Alta. Girona

Iba creciendo nuestro hijo Noé que acabaria siendo el primer espectador del próximo espectáculo.

Estoy hablando de ese maravilloso cuento de la tradición oral catalana recuperado por Joan Amades: “Joan de l’Ós”. Una vez más el proceso de elaboración nos llevó unos tres años, y digo»nos» porque junto con Pitu Andreu, Xavier Macaya y Ricard Vallina iniciamos algo muy nuevo , entonces para nosotros: rescatar de la memoria celular y genética, timbres de voz, ritmos y melodías que no obedeciesen tanto a una partitura musical sino más bien a maneras de ser y sentir posiblemente ja desaparecidas.

Así nació la rapsodia telúrica a la manera antigua. Imaginarnos aquello que habremos soñado algun dia pero que sabemos que ya no existe y en el quellegaríamos a un muy recondito lugar en el que músicos y actores reviven a través de sus cuerpos las reencarnaciones de los personajes. Canalizacions a través de los cuales el rapsoda telúrico se transforma en ángel o demonio, en serpiente o en dulce nenúfar, en avaro o en bondadoso personaje, ese cuerpo, el del rapsoda, conoce el estado continuo de representación de todo. y de todos, conoce que no hay seriedad en la vida mayor que la del vacío, pues el mero hecho de existir es ya de por si mismo una manera de representar. El rapsoda telúrico es capaz de coger el toro por los cuernos y hacerte ver que lo tuyo es también pura representación. A ver si sucederá como con aquellas espectadoras de teatre de Kabuki en Japón que asistían a sus representaciones para aprender de los Onagata (actores masculinos que representan la esencia de la mujer) para aprender los gestos y los signos de la feminidad. Ay el arte! Muchos creen que el arte es el arte de la veridad, però pocos saben que el arte es el arte de la mentira que es veridad.

El PRÍNCEE como hemos visto reivindicaba la conciencia de las fuerzas telúricas de la tierra y su influencia en la cultura. des de este punto de vista principalmente
antropologico el flujo de la inspiración en el itinerario de esta via sagrada de la creación escenica y consecuentemente del actor o rapsoda que la comunicará, organicamente nos acercamos a las raíces de la cultura de tradición oral. Así, me sentí atraído por la recopilación que hizo Joan Amades visitando los pueblos más recónditos y en los que
pervivían aún las fuentes originarias de la narración y en este caso particular de los cuentos e historias que se recitaban alrededor del fuego del hogar.

Uno de estos cuentos me llamó particularmente la atención y que era la historia de Joan de l’Os.
En él encontramos como una pareja de niños que se han alejado en medio del bosque de la casa familiar para recoger leña, son sorprendidos por un enorme oso.. El chico lleno de pavor
escapa raudo como una centella. La niña inmobilizada por el miedo se convierte en fácil presa por el salvaje animal. Lejos de agredirla, la protege con sus brazos y con cura extrema se la lleva a su cueva en lo alto de una cercana montaña.

Una vez allí, la cuida y le trae alimento pero, eso sí, impediendose salir de la cueva que ya se ocupa él de obturarla lcon una a gran roca. Pasan los días, los meses y los años. La niña se va haciendo mayor y el cuento nos narra como de ambas entidades quedará el vientre de la niña preñado de un futuro ser. Así un muy fortalecido bebè va creciendo siempre dentro de la cueva y participando de la inteligencia de la mare y la extraordinaria fuerza del padre. El nuevo ser va creciendo y ya ensu pubertad, la que era niña y ahora ya madre, consciente de las capacidades hercúleas de su hijo , comienza a tramar lo que será la próxima
liberación de ellos dos. El oso padre acostumbrado a abandonar a menudo la cueva para procurar el alimento familiar, aparta y vuelve a colocar la roca sin percatarse de la posibilidad de lo que se anunciaba ya como un presentido desenlace Animado por su madre y tencontrandose ellos dos solos, Joan que así se llamaba el nuevo ser, apuró sus fuerzas pata desplazar la descomunal barrera o obstrucción. A la carrera escapan confiando que en su huida puedan adintrarse pronto en la maleza del bajo bosque.

Poco tarda el oso a volver a su guarida y sorprenderse por el vacío y la ausencia con la que se encuentraba al llegar. Olfato e instinto no le faltaron para seguir el rastro. Pronto dio con ellos. Padre e hijo se iban a enfrentar en una lucha a muerte. Joan estaba decidido, pero en un cruce de miradas en medio de la confrontación, el oso no pudo evitar de enternecerse ante la presencia de su, en el fondo, amado hijo. Este momento de duda y vacilación en su empeño fue aprovechado por Joan para lanzarse sobre él y sin gran esfuerzo a acabar con su vida. Una vez, y el yacente cuerpo de su padre a sus pies y tras la última respiración, comenzó a despellejar su cuerpo y con esa enorme piel protegerse a modo de abrigo. Llegaron así con su madre al pueblo donde ella fue recogida por los vecinos que aún la recordaban desde su infancia. No tuvo la misma suerte Joan de l’Os que aunque hizo un intento de integrarse en la comunidad, siempre fue visto alguien fuerte para no ser considerado peligroso.

Llegó un día en el que un gran peligro amenazaba la tranquilidad del pueblo. Se trataba de un gran gigante. Nadie se atrevía con él como no fuera Joan de l’Os a quien acudieron para pedir ayuda. El desenlace fue rápido. No tardó mucho Joan en liberar al pueblo del amenazante monstruo. Una gran fiesta se celebró con bailes, danzas y abundantes manjares para agradecer a Joan su proeza.

Al final Joan sorprendió a todos al manifestar su deso de abandonar el pueblo para adentrarse en la más profundas umbrías del bosque.
Personajes fantásticos encontró en el deambular de su nueva vida De entre ellos, tres siguieron con él el camino. Al igual que él ostentaban extraordinarias capacidades físicas como eran las de arrancar pinos, mover montañas o provocar fuertes vendavales con sus capacidades pulmonares. Joan de l’Os comandaba este poderoso grupo de seres singulares. Sucedió así que al vencer las oscuridades y en la ya adentrada noche, vislumbraron una tenue lucecita a lo lejos. Gran curiosidad les provocó el ir cautelosamente hacia esta recóndita morada. Llegaron al pie de la puerta y tras golpear en ella para anunciar su presencia, vieron que no había respuesta Estará deshabitada? se preguntaron. Y entonces qué hacía encendida aquella lucecita?

Momento en el cual un hombrecillo que les había estado observando, les advirtió del peligro al cual se enfrentaban. Aquella era la casa del rey del mal ante el cual sólo al mirarle a los ojos respirarían podredumbre y corrupción. El embravecido Joan tomó esto como un desafío, se encaramó a un balcón y desde allí pudo tener acceso a aquél misterioso lugar. Bajó así al piso inferior y tras haber comprobado que nadie se encontraba allí dentro, les abrió la puerta a sus compañeros. Qué gran agradable sorpresa tuvieron al descubrir una enorme mesa repleta de las más exquisitas viandas. No faltaba nada para satisfacer al más exigente paladar. Los vinos corrieron como si manaran de una sagrada fuente. La alegría y el regocijo irrefrenable les vencía en una felicidad absoluta.

Mientras tanto Joan no paraba de burlarse de la advertencia de aquél hombrecillo. Tras un largo descanso decidieron ir a trabajar al bosque dejando de guardia uno de sus tres fornidos compañeros. “Hoy se quedará Arrancapinos. Cuando la comida esté lista, con un potente silbido nos avisas”.

Una vez solo en la casa, una extraña atmósfera hacía presentir lo que en realidad sucedió. Desde lo alto de la chimenea una ronca voz anunciaba su visita. A trozos cayó un cuerpo desmembrado. Cuando todo hubo caído se fueron juntando los miembros constituyéndose así la figura del rey del mal. De buen ver, atractivo y con una sonrisa sarcástica que dejaba entrever todo el mal que podía hacer. “Bienvenido” le dijo «esta es vuestra casa. Aquí gozaréis de todos los pecados y placeres. Viva el mal, viva el mal, viva el mal. Empezó entonces a darle órdenes a Arrancapinos que este se negó a ejecutar, lo cual le valió una tremenda paliza.

Joan y sus otros dos compañeros alertados de que no les avisara, se presentaron en la casa y en el suelo lo encontraron sin fuerzas para reincorporarse. Al día siguiente la misma suerte le tocó a Bufaplanetes, así como a Regiramuntanyes. Quedaba pues sólo Joan para desafiar al Diablo. Este confiado en lo que presentía su superioridad desafió también a Joan pero salió malparado. Medio moribundo lo agarró Joan por la oreja y lo tiró dentro de un pozo cercano a la casa.

La comida estaba lista y tras el aviso convenido se presentaron los tres y quedaron sorprendidos por lo que les explicó de cómo había ido su encuentro con
el endemoniado personaje. Ávidos estaban por verlo. “Si queréis, les dijo, atados a una cuerda, iréis bajando hasta el fondo del pozo, y allí lo encontraréis”. Los tres, uno después del otro, tuvieron miedo y pidieron volver a subir, pues era tan profundo que nunca acertaban a ver el fondo. Esta vez fue Joan quien bajó hasta el fondo del pozo, diciéndoles:”por más que os lo pida, nunca me alcéis”. Después de un largo descenso en vez del rey del mal, se encontró con tres brujas que en círculo danzaban un poseído baile. Estas al verlo le advirtieron del peligro pues se hallaba en la morada del diablo. Una vez más se enfrentaron en encarnizada pelea de la cual una vez más resultó vencido el diablo . “Pídeme lo que quieras, le dijo”. Pudo así Joan liberar a las tres mujeres poseídas y salir también del pozo. Afuera sus aterrados compañeros le habían abandonado.

En un mundo donde los vicios son virtudes no había cabida para Joan que siguió su
camino por el bosque.

Un hombre demasiado original y diferente a todos.


FICHA ARTÍSTICA

Creación y dirección Albert Vidal

Rondallaire Albert Vidal

Viola de arco y viola Xavier Macaya

Percusión Pitu Andreu

Tarota y violín Ricard Vallina

Diseño de sonido Denys Sanz

Diseño de luces Lluís Quintana

Video Rebecka Biró


PRENSA


EL PAÍS. BABELIA. «Las mutaciones de Albert Vidal». Javier Vallejo. Oct/03/2009. (Premio Paco Raval de periodismo 2010)